lunes, 1 de noviembre de 2021

mi madre escribe a escondidas
las palabras que le muerden las pestañas
los versos que se enredan en sus muñecas
todo lo que se apila y fabrica
lo indecible

mi madre escribe a tientas
para no hablar el dolor de sus muertos
para deshacerse del miedo de una herida abierta
para no molestar

mi madre escribe 
y yo escribo porque ella escribe 
y la escribo porque no se atreve 
a decirme que no puede 
que no quiere intentar

porque fingir es demasiado
y su cuaderno guarda
lo peor
la materia oscura
suave blanda acogedora
como una manta 
de abrigo silencioso
que se pega a la piel
y asfixia los destellos

los ojos se acostumbran
a distinguir contornos vagos
el marco de una puerta
restos de comida
una silueta ajena 
imprecisa en segundo plano

avanza un poco de alquitrán
o sustancia suficientemente similar
por conductos transparentes
pero no importa porque igual no se ve
no puede percibirse
la diferencia 

entre mirarse en un espejo
mirarse la cara deformada en el dorso de una cuchara 
mirarse en otros ojos asustados
porque no ven nada
porque no hay nada
porque nunca hubo
más que migajas
desparramadas en sutil disposición

nunca hubo nada para ver
más que esas flores de plástico
sin gracia y sin raíces
con un brillo de muerte
de colores estridentes 

nunca hubo nada 
que quisiera ser visto
o tuviera la voluntad de ocultarse

lunes, 15 de marzo de 2021

estoy hecha de ese polvo
que se deposita en una capa fina
que no se ve y se evita 
y se decanta tanto que se pega
se adhiere en esa superficie 

estoy hecha de esa mugre
que se refriega sin ganas
y se queda en el trapo
que nunca se enjuaga del todo

estoy hecha de eso que sobraba
y estaba hecho y era más fácil dejarlo así
y taparlo con un mantel
y poner encima una planta

estoy hecha de eso que flota en el ambiente
cuando da la luz en un ángulo especial
y cuando se apaga sigue ahí
y espera

miércoles, 27 de enero de 2021

no sé si recibir este combustible
con un tanque vacío
o una caja de fósforos
no sé si necesito
moverme o explotar 

los símbolos son caprichos 
que orbitaron alguna vez
algún deseo 
pero ya no los veo

no sé cómo moví el interruptor
ni dónde está
ni cómo hacerlo otra vez
me cansé de contemplar
y de todas las cosas que pienso
cuando no quedan cosas
más que la existencia improbable
un ser irreconocible de un estar
eso quisiera
el presentimiento vivo de un presente
la frase hecha hace mucho tiempo
estampada en una tarjeta
en alguna parte 

me cansé de contener en esta forma
y de dibujarme en círculos concéntricos
de una sola línea una sola cara un solo lado
una búsqueda imposible 
de una certeza que no pude
y me empuja 
con los bordes mal recortados 
una foto de cuando no sabía
eso quisiera 
no saber y soltarme en esa bruma

martes, 1 de septiembre de 2020

sigo imaginando futuros posibles
aunque esté parada en un agujero negro
aunque me esté difuminando 
en una niebla espesa

sigo imaginando que puedo
aunque no haga nada bien
o mal
o en general 

sigo y sigue el tiempo pegoteado
aunque no pase nada 
aunque no me mueva un centímetro
y el aire sea imposible

recuerdo mi futuro
cuando era pequeña
y me sentaba en los días 
en la hamaca en la plaza 

y podía ser todo y nada y cualquier cosa 
sin tener que imaginarme 
un vacío 
una sombra 
un fracaso desconocido

sigo imaginando 
que voy a estar en alguna parte
respirando lento 
las verdades que no quiero decirme
no hay lugares seguros
hay hostilidad 
en los días soleados
no importa 
si en mi mente
fabulo y confirmo 
que hay hostilidad
en los otros

en esos seres que pensaba cerca
y nunca pude tocarlos
sin saber por qué 
pasaban a mi lado
y quería convencerme
de importarles 

no hay lugares seguros
si adentro todo se inunda
y después se quema
y después lo azota un huracán
y un volcán entra en erupción 

quedan cenizas mojadas
que ya no puedo encender
en el fondo del frasco 
hay hostilidad en mí 
no hay lugares seguros